“Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.”
Gustave Flaubert

Por Tere Resa

Una de las tres grandes adúlteras de la literatura universal es Madame Bovary, libro escrito hace doscientos años por la magistral pluma de Gustave Flaubert con el fin de delatar el goce y excesos de la Francia del siglo XIX.

         Fue una novela por entregas publicada en la revista francesa La Revue De París en 1856 y prohibida por la Iglesia Católica en 1864 por el tema tratado. La historia es lineal. No tiene saltos cronológicos y está dividida en tres partes.

         El argumento es el siguiente: Emma Rouault es una muchacha de provincia, huérfana de madre y enviada al convento por su padre para ser educada como toda señorita de sociedad. Sabe tocar el piano, bordar, cocinar; refinada en sus modales; exquisita en sus gustos. Con la idea romántica de alcanzar la felicidad de sus personajes favoritos, se casa con el médico Charles Bovary y tienen una hija, Berthe.

         Pronto se da cuenta de que su estilo de vida nada tiene que ver con lo que ha leído y soñado (¡Cuidado, Emma, que las sirenas están rondando!) y enferma gravemente de depresión y ansiedad. Para su tratamiento es necesario mudarse a otro lugar.

         La historia se complica. Aparece primero el marqués de Baubyessard, caballero muy educado, gran bailarín, gran lector. Cuadra con sus sueños. El amor idílico. (Malo, malo. Las sirenas llegaron.)

         En Yonville, conoce a León Dipuis. El amor imposible. Ella será un ángel para él. (¡Emma, ponte alerta!) Después, trata con Rodolphe Boulanger, hombre varonil, seductor y con quien descubre los más grandes placeres que puede dar el amor prohibido. Recaída. (¡Emma, las sirenas están ganando terreno!) Finalmente, el reencuentro con el amor: León. La pasión, el desenfreno y el dominio absoluto. Nada importa ya. El amor libre. El estado ideal para muchas. (¡Cuidado, chica! ¡Las sirenas están acabando con tu vida!)

         Pero nada es tan simple como parece. Surgen en esta historia personajes secundarios que darán un giro de 180° a la trama: Lherheux, el comerciante sinvergüenza; Homais, el boticario; Madame Lefrançois, dueña de El León De Oro; Tuvache; Guillaum, etc. ¿Qué relación tienen con la protagonista? ¿Cuál es el papel que juega Monsieur Bovary en la vida de su esposa? ¿Quién cuida a la pequeña Berthe? ¿Se puede considerar a Charles un prototipo del padre soltero? Son buenas preguntas que sugieren una lectura a conciencia.

         En Madame Bovary se conjuntan los tres tipos de mujeres: la virtuosa, la tierna y la sensual; la soltera, la casada y la adúltera. En las novelas románticas, los amantes siempre acaban mal. ¿El suicidio es la única salida en esta situación?

         Lo cierto es que el escritor vive ya de su oficio y hay necesidad de crear historias que puedan generar lectores comprometidos. Madame Bovary es la gran novela francesa del siglo XIX, considerada realista por su forma y romántica por su contenido.

         Gustave Flaubert (1821 – 1880) fue hijo de médico y desde pequeño le atrajeron las letras. De profesión abogado, estudió en París. Como viajero incansable, recorrió gran parte de Asia y Europa. Fue un gran observador de la naturaleza humana y de la realidad. En su casa de campo escribió, además, Salambó, La Educación Sentimental y Bouvard Y Pécuchet.

            Por su argumento se recomienda esta obra para mayores de 18 años. La encuentras en Alianza Editorial, Época, Cátedra y Espasa Calpe, entre otros. Se encuentra también en audiolibro y en e-book.

Ya existen 6 versiones cinematográficas de esta obra y pronto se estrenará una más.

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2 comentarios

mario amengual 22 marzo, 2018 - 7:44 pm

Saludos. ¿La frase del epígrafe está tomada de Madame Bovary?

Alicia Boy 30 marzo, 2022 - 11:53 pm

Hola! No fue Gustave Flaube: “Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.”

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