Columna Mundo Farma

Bayer México reafirma su compromiso con la salud cardiovascular a través de innovación, educación médica e investigación clínica. Con una estrategia que une prevención, colaboración y conciencia social, la farmacéutica alemana busca mejorar la calidad de vida de miles de personas en un país donde las enfermedades del corazón siguen siendo la principal causa de muerte.
Jorge Arturo Castillo
En México, los padecimientos cardiovasculares representan la primera causa de mortalidad. Ante ello, Bayer ha decidido fortalecer su estrategia de atención y prevención. Bajo el liderazgo de Antonio Banderas, director del Área de Cardiología, la compañía impulsa una visión que combina ciencia y responsabilidad social.
“El compromiso de Bayer va más allá de crear medicamentos; se trata de salvar vidas todos los días”, afirma Banderas. “La innovación no es solo una meta científica, es una responsabilidad humana”. Por ello, la empresa trabaja junto con profesionales de la salud y autoridades para fomentar diagnósticos tempranos, reducir eventos cardiovasculares y garantizar un acceso más equitativo a tratamientos de alta calidad.

Ciencia que late con esperanza
La investigación ocupa un lugar central en esta estrategia. Bayer desarrolla diversos ensayos clínicos en territorio mexicano, ofreciendo a pacientes la posibilidad de acceder a terapias de última generación. “Cada estudio aporta conocimiento, pero también esperanza”, comenta Banderas.
Estos proyectos no solo fortalecen la capacidad científica del país, sino que posicionan a México como un actor relevante en la investigación médica de América Latina. Paralelamente, la empresa refuerza la educación médica continua con programas presenciales y digitales que acercan la ciencia a comunidades médicas en zonas con menor acceso. Democratizar el conocimiento, en este sentido, es también democratizar la salud.
Prevenir es amar la vida
La visión de Bayer es construir un entorno donde la innovación y la empatía convivan. “El futuro de la cardiología será digital, predictivo y personalizado, y queremos ser protagonistas de esa transformación”, enfatiza el directivo.
En un contexto donde los factores de riesgo cardiovascular siguen en aumento —como la diabetes, el sedentarismo o el estrés—, el mensaje es contundente: prevenir es salvar. Bayer reafirma su compromiso con la salud integral de las personas, impulsando un modelo de atención que late al ritmo de la vida y de la esperanza.
Salud mental y enfermedades raras: cuando el cuerpo y la mente piden lo mismo
La salud no es solo ausencia de enfermedad, sino equilibrio. En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, especialistas subrayan que el bienestar exige cuidar cuerpo y mente por igual. En el caso de las enfermedades raras (EERR), este enfoque es indispensable: cada diagnóstico implica un desafío físico, pero también emocional.
La doctora Juana Inés Navarrete Martínez, de la Facultad de Medicina de la UNAM, lo resume con claridad: “Cada paciente es un ejemplo de resiliencia. Detrás de cada diagnóstico hay una historia de lucha y esperanza que merece acompañamiento”.
Por su parte, la psicóloga Andreína Solórzano, del Grupo Fabry, recuerda que “no basta con atender el cuerpo si se ignora la mente”. La depresión y la ansiedad suelen acompañar los tratamientos prolongados, y su impacto emocional puede ser tan severo como los síntomas médicos.
El testimonio de Donovan Reyes, paciente con MPS, es un recordatorio luminoso: “Recuperé la confianza y las ganas de vivir”. Atender las enfermedades raras desde una perspectiva interdisciplinaria —médica, psicológica y social— no solo es un reto sanitario, sino una expresión profunda de empatía y humanidad.
Sala de Urgencias
Resulta contradictorio que el gobierno exija a las farmacéuticas mantener el suministro de medicamentos “por compromiso social” mientras pospone su propio tratamiento: pagar a tiempo. Se demanda eficiencia, pero se niega oxígeno financiero.
Las grandes compañías pueden resistir, pero las medianas comienzan a sufrir la falta de liquidez. No se trata solo de cifras, sino de empleos en riesgo y fábricas detenidas. Pretender que el sistema funcione sin recursos es como pedirle a un paciente que corra un maratón sin desayunar.
Mientras no exista un diagnóstico fiscal honesto ni un tratamiento económico sostenible, la salud del sector seguirá en terapia intensiva… y el pronóstico, lamentablemente, seguirá reservado.
