Cuando necesitamos consultar a algún especialista o técnico de cualquier especialidad, lo primero que nos viene a la mente es si estará calificado para realizar el trabajo para el que lo requerimos y en esta capacidad, también es indispensable la actualización de sus conocimientos y técnicas para desempeñar dicho trabajo. Sin embargo, al pensar en realizar nosotras mismas la función de madres asumimos en muchos casos que de manera natural e instintiva seremos capaces de desarrollar un trabajo muchísimo más complejo que cualquier cirugía o reparación de aparatos sofisticados. La maternidad, para ser desarrollada de manera adecuada es toda una profesión que requiere de conocimientos actualizados para ser desempeñada. Para ello, te ofrezco algunos datos provenientes de investigaciones recientes que te ayudarán a descartar algunas ideas obsoletas para ser una madre modelo S.XXI de última generación:
– Las neuronas espejo. Uno de los descubrimientos recientes en neurociencias más interesantes ha sido el realizado por Giacomo Rizzolati y su equipo en la Universidad de Parma, Italia, al descubrir las neuronas llamadas de “espejo”. Estas células cerebrales se activan cuando una persona de cualquier edad observa a otra actuar. La neurona activada reproduce mentalmente la conducta realizada por la otra persona como si quien observa también estuvieran realizando la misma acción, es decir, que quien observa a alguien realizando una acción vive imaginariamente la misma acción. Las neuronas espejo son pues la base del aprendizaje por imitación y algunos investigadores las han vinculado con el desarrollo de la empatía y la solidaridad por un lado, la violencia y la agresividad por el otro cuando al observar actos de violencia estas neuronas no son activadas adecuadamente o se descomponen. ¿Qué implicaciones tienen entonces para la formación infantil? Es evidente que la imitación de las conductas a las que son expuestos los niños será integrada mediante las células espejo y les harán más o menos empáticos con los demás en el futuro.
-Los niños ven afectado su desarrollo cuando no son atendidos de manera constante y casi exclusiva por su madre biológica. Existen numerosos datos científicos para sostener que mientras el niño sea alimentado, aseado, observado y acariciado de acuerdo con sus necesidades y por personas psicológicamente sana, en realidad no importa tanto quien lo haga. De hecho, el cuidado de los niños pequeños por personas distintas a la madre, es y ha sido la norma y no la excepción en la especie humana. En las sociedades rurales de todo el mundo, los niños son cuidados por las ancianas, por un grupo de mujeres sin hijos o bien, por otros niños mayores. En este entorno social más amplio, el niño puede desarrollar aquellas capacidades y conductas sociales que le permitirán desempeñar en el futuro su papel comunitario con más éxito. En el otro extremo del desarrollo de nuestra especie, las sociedades donde la mujer trabajadora ha tenido desde hace mucho tiempo un papel importante en la economía, tales como las europeas o la estadounidense, las investigaciones que han estudiado el desarrollo intelectual, social y emocional de niños de guardería, comparados con hijos cuidados en el hogar por la madre, demuestran que los primeros desarrollan mayor capacidad para resolver problemas o conflictos debidos a la interacción social, además de responder con conductas más adecuadas a la frustración en general. El desempeño escolar posterior o la salud mental no parecen estar relacionados con el sitio: hogar o guardería donde fueron atendidos estos niños, siempre y cuando éste haya sido emocionalmente adecuado, sano y seguro(1). Para la madre primeriza que trabaja fuera del hogar, la selección de una guardería seria, con personal profesional que provea un ambiente de calidez emocional, de seguridad, que sea saludable y que cuente con estímulos adecuados para promover el desarrollo sensorial e intelectual del bebé, es una decisión mucho más responsable y benéfica para el niño, que dejarle en el hogar al cuidado de personal de servicio poco calificado o de familiares de edad avanzada.
– La familia y en especial la relación con la madre durante los primeros años de vida son lo más importante para el desarrollo de una personalidad sana Si bien, las neuronas espejos van a jugar un papel muy importante en la formación de los niños, también sabemos en este siglo que las características innatas de personalidad, conocidas como temperamento, van a explicar hasta en un 50% su desarrollo futuro, mientras que la socialización a través de la familia nuclear, los amigos, la escuela, internet y otros medios masivos se dividen en proporciones distintas para cada niño el resto de la influencia en su desarrollo psicosocial. Podemos entonces concluir que la atención exagerada hacia la dedicación exclusiva de la madre a sus hijos mientras éstos son pequeños ha sido una práctica en un número muy reducido de sociedades occidentales durante el siglo XX, fomentada por las ideas distorsionadas acerca de la importancia de la cantidad de tiempo de presencia de la madre para establecer un adecuado vínculo materno infantil.
– El desarrollo de la auto-estima pasa por la autonomía y la responsabilidad de sí mismos. Abigail Van Buren dice que: “Si usted quiere que sus hijos tengan los pies sobre la tierra, colóqueles responsabilidades sobre los hombros” En mi experiencia, demasiada presencia materna puede ser también dañina. Los consultorios de mis colegas y el mío son visitados por muchas más personas con exceso de madre que con falta de ella. Son los vástagos de mujeres cuya vida ha girado de modo exclusivo alrededor de sus hijos e hijas y que por ello mismo, tienden a sabotear los esfuerzos de éstos por crecer y ser auto-suficientes o dejar de depender de ellas. Una madre actualizada entiende que en el futuro su hija o hijo será más exitoso en la medida en que sea capaz de tomar decisiones acertadas y asumir responsabilidades. Por ello, fomenta desde muy temprano que sus hijos exploren alternativas, comentan errores al intentar nuevas soluciones y asuman que son capaces de superar los obstáculos que se les vayan presentando de acuerdo con la edad que tengan.
– Los amigos son muy importantes en todas las etapas de la vida. Hasta hace poco tiempo, se pensaba que era hasta la adolescencia cuando los amigos pasaban a ser una influencia importante en el comportamiento y las creencias de los hijos. Lo que sabemos ahora, es que esta influencia comienza mucho antes debido a la imitación solidaria ocasionada por las neuronas espejo y es por ello que los patrones de comportamiento de género, los modales e inclusive el lenguaje de los niños pueden modificarse radicalmente al cambiar el grupo de amigos como ocurre con los emigrantes a otros países o regiones. Una de las funciones que realiza una madre actualizada es asegurar que conoce y monitorea al grupo de amigos de sus hijos desde la guardería para asegurar que las conductas que éstos vayan asimilando sean apropiadas. La madre actual realiza esta tarea sin ser controladora, manifestando interés y fomentando conversaciones respetuosas con sus hijos acerca de los amigos y las actividades que realizan juntos.
– La auto-estima se predica con el ejemplo. Por último, una madre modelo SXXI de lujo ofrece a sus hijos el ejemplo de alguien congruente consigo misma, capaz de vivir la vida con plenitud y alegría. Logra que sus hijos imiten su actitud respetuosa de sí misma, de su tiempo y de sus ocupaciones. Cuando una niña o un niño tienen una madre que no permite ser maltratada, humillada o abusada por nadie, “espejean” esta actitud digna en sus propias vidas a la vez que desarrollan el respeto empático hacia los demás. Tendríamos que preguntarnos si la epidemia terrible del bullying no tiene en parte su origen en la carencia de estos modelos positivos de auto-estima, respeto y dignidad tanto en el hogar como en los medios masivos. Los niños son, en efecto un espejo de lo que ocurre a su alrededor así que te invito a ofrecerles un modelo actualizado, equilibrado y eficiente, como toda una profesional de este trabajo que es el más importante del mundo: Ser Madre Siglo XXI.
(1)Vea por ejemplo Lamb, M. (1998) Nonparental child care: Context, quality, correlates and consequences. En Sigel, I.E. & Renninger, K.A. (Editores) Handbook of child psychology: Child psychology in practice (4 ed.); Nueva York, Wiley.
Una contribución de Deborah Legorreta