La Navidad se pinta como un tiempo de alegría y reencuentro, pero para muchas, es un periodo que intensifica la soledad, la nostalgia y la ansiedad. No todas vivimos las fiestas con alegría, y reconocer esta ambivalencia es el primer paso saludable.
El Fenómeno de la “Depresión Navideña”
Este fenómeno, conocido como “depresión navideña” o Trastorno Afectivo Estacional (TAE), nos afecta más a las mujeres, especialmente entre los 25 y 30 años.
Fisiológicamente, se relaciona con la disminución de luz solar, que altera los niveles de serotonina y melatonina en el cuerpo. Emocionalmente, se agrava por:
- La Presión Social: La obligación de “estar feliz” ante la constante exposición a mensajes de unión familiar.
- Duelos y Ausencias: Los rituales familiares (cenas, fotos) se convierten en recordatorios dolorosos de seres queridos que ya no están o del “nido vacío”.
La Mtra. Patricia González, de la Universidad del Claustro de Sor Juana, subraya: “La salud emocional necesita la misma atención que se dedica a los preparativos navideños.”
Cómo Cuidar tu Bienestar en Fiestas
Si te sientes vulnerable, enfócate en el autocuidado:
- Acepta la Emoción: Permítete sentir tristeza o nostalgia. No te obligues a la euforia.
- Redefine la Soledad: Conviértela en un espacio para ti misma, no en una carencia.
- Metas Realistas: No te presiones. Establece objetivos pequeños y alcanzables para el nuevo año.
- Conexión Genuina: Reduce el uso de pantallas. Un simple gesto como escuchar sin interrumpir a un ser querido puede ser un gran apoyo emocional.
Recuerda: Si la tristeza es persistente, busca apoyo profesional. Tu bienestar es el regalo más importante que puedes darte en esta temporada.
