Probablemente alguna vez escuchaste hablar de los alimentos funcionales, pero ¿Sabes qué son? y ¿Para qué sirven?
Los alimentos funcionales surgieron en Japón en los años 80, con el objetivo de ayudar a mejorar la salud de la población que se había visto bastante afectada después de la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, Japón sigue siendo pionero y está a la vanguardia en la investigación y producción alimentos funcionales. En Estados Unidos, los cereales ricos en fibra, fueron unos de los primeros alimentos en relacionar un ingrediente del alimento con un beneficio a la salud, y el debate sobre los alimentos funcionales sigue sobre la mesa desde hace varias décadas.
En términos generales, los alimentos funcionales son aquellos que son elaborados no sólo por sus características nutricionales sino que también aporta ciertos beneficios para la salud, además de proveer energía, grasas, proteínas y carbohidratos, tiene componentes que ayudan a prevenir, tratar o controlar padecimientos de salud. Para ello se les agregan componentes biológicamente activos, como minerales, vitaminas, ácidos grasos, fibra alimenticia o antixiodantes, etc.Para lograr este beneficio el alimento debe consumirse de manera regular como parte de una dieta correcta y en los niveles que se consume generalmente.
Algunos alimentos de consumo habitual que contienen componentes beneficiosos para la salud: zanahorias, ajo, té, pescados grasos como salmón, jurel, sardina y atún.
En términos generales, se podría decir que los alimentos funcionales se pueden dividir en dos grandes grupos:
a) Los alimentos que de manera natural contienen componentes con efectos benéficos a la salud, como por ejemplo el jitomate que, de manera natural, contiene licopeno, que es una sustancia antioxidante que se ha relacionado con la disminución de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
b) Los que han sido diseñados tecnológicamente para añadir, adicionar o fortificar los alimentos con estos componentes y que tengan un efecto positivo a la salud.
En la actualidad, existen en el mercado muchas opciones de alimentos funcionales con distintos objetivos, por lo regular la oferta de ciertos alimentos depende de las características de salud de cada población; por ejemplo, en Japón la mayoría de los alimentos funcionales están diseñados para mejorar la salud digestiva mientras que en Estados Unidos un gran porcentaje de los alimentos funcionales son elaborados para ayudar a reducir la incidencia de cáncer y algunas enfermedades cardiovasculares.
Este tipo de alimentos cubre un amplio espectro de posibilidades que pueden ir desde simples cereales y sus productos, lácteos diversos hasta pasar por alimentos de diseño. Algunos ejemplos de alimentos funcionales diseñados tecnológicamente son:
Productos elaborados con fibra de salvado de trigo y otros cereales·
Leches enriquecidas con ácidos grasos omega 3·
Leches enriquecidas con fibra soluble·
Huevos sin colesterol y enriquecidos con omega 3·
Bebidas en polvo enriquecidas con calcio·
Productos hechos con probióticos (lactobacilos)
¿Qué son los ácidos grasos omega 3?
Son un tipo de ácido graso que se encuentra presente en mayor proporción en los pescados grasos como jurel, sardina, atún y alimentos como nuez, linaza, raps o canola.
Y en alimentos procesados a los que se les ha incorporado omega 3.
Son esenciales para el desarrollo normal del sistema nervioso y disminuyen el riesgo de enfermedades del corazón en los adultos.