El chef José Meléndez y Marielys Hernández de Yoko serán los responsables
Primero fue Linkin Park en la Roma, regalando tamales y después tortas; luego Dua Lipa con su taquería La Dua; ahora toca el turno del rey del mainstream y la voz procesada con autotune a muerte, el autodenominado Bad Bunny, cuyo restaurante favorito en Puerto Rico, Yoko, tendrá un pop up en el Hotel Mondrian de la Condesa previo a sus presentaciones en CDMX.
A diferencia de otras activaciones de disqueras, esta iniciativa será un pop up de una sola noche en el que cocinarán como invitados los chefs José Meléndez y Marielys Hernández, del restaurante Yoko de San Juan de Puerto Rico. No es un lugar de arroz con habichuelas o lechón asado, sino de cocina nikkei, una fusión japonesa y peruana donde nigiri, sushi y sashimi se reinterpretan con ingredientes puertorriqueños.
¿Los artistas cocinan o están presentes en estos pop ups, pensados como activaciones de mercadotecnia? No, lo habitual es que solo envíen una foto para Instagram y reciban después las cifras de los KPI, mientras los fans viven la “experiencia” con la marca.
El 9 de diciembre será una noche de mucho bling-bling, beats previsibles y repetitivos, flow latino, tatuajes de dudoso gusto y grandes dosis de cacofonías y autotune, donde las verdaderas estrellas serán los cócteles creados con las marcas patrocinadoras. Claudia Di Gino, gerente general del Mondrian, insiste en que Bad Bunny no es solo música, sino una “fuerza cultural” que respalda cualquier evento que una marca quiera impulsar, en un marco de rollos artesanales y tragos con nombres rimbombantes.
¿Es una estrategia de marketing? Sin duda, pero también una oportunidad para que los fans se diviertan, coman bien y compartan en redes sociales una experiencia hecha a la medida de la cultura pop actual.
