A través de su Altar de Muertos 2025, representa a uno de los cuadros dancísticos que el Ballet Folclórico de México ha llevado a escena “Las Amarillas”, proveniente de la región de Tierra Caliente de Guerrero, que se inaugura este viernes 24 de octubre
Figura trascendente en la historia cultural de México, no sólo por su talento artístico, sino por la manera en que convirtió la danza en un vehículo de identidad nacional y de proyección internacional, la bailarina, coreógrafa y productora Amalia Hernández (1917-2000), será homenajeada por la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ) con el montaje del Altar de Muertos 2025 dedicado en su honor.

Como ya es tradición, el Auditorio Divino Narciso de esta casa de estudios será la sede de este homenaje a la fundadora del Ballet Folclórico de México, a 25 años de su partida. Esta ofrenda que recuerda lo perenne de la vida y que representa el amor de las y los mexicanos por quienes ya no están, será inaugurado el viernes 24, a las 19 horas.
En esta ocasión, el altar construido por estudiantes de El Claustro, bajo la guía del artista cartonero Irving Mondragón, el escenógrafo Pablo Marín y el investigador Armando Valdivieso (en lo referente al vestuario), así como de Hernán Cortés Cerón en la iluminación, es un homenaje visual y sonoro a la labor y legado de la destacada coreógrafa mexicana.
Esta instalación, a través de un diseño sonoro inmersivo y una propuesta escenográfica que evoca el movimiento, el color y la disciplina del cuerpo en escena, representa el ensayo de una coreografía, previo a salir a escena. Músicos afinando, costureras dando retoques a las vistosas prendas, bailarinas que ajustan sus movimientos y en el centro del montaje, Amalia Hernández dirigiendo las acciones.
Se trata de la representación de un baile fascinante, lleno de movimiento, ritmo y color, se trata del cuadro “Las Amarillas” que, junto con otros dos —El Solo de Mariquita y El Gusto—, se baila en los pueblos de Zirándaro y Altamirano, en la zona de Tierra Caliente guerrerense, sea en las fiestas tradicionales del patrono del pueblo, en los fandangos, bodas y cumpleaños.
Esta chilena guerrerense obtiene su nombre de la fauna local de su región, donde Amalia Hernández investigó para realizar la coreografía que ha sido interpretada en muy diversas ocasiones por el Ballet Folklórico de México que ella fundó y dirigió por más de 45 años.
En la realización del altar, el papel de Viviana Basanta Hernández, hija, heredera y guardiana del legado de su madre, ha sido fundamental, guiando a quienes lo concibieron y le dieron forma el cautivador y fascinante universo dancístico de Amalia Hernández.
Compartió que la memoria de su señora madre le mueve muchos recuerdos, añoranza, emociones y necesidades de consejos. “Siempre se extraña, siempre vive en el corazón, se extraña el consejo y al amor incondicional, la sabiduría, era, en cierta forma, una gente sabia que percibía al mundo con los ojos de una artista y compartía sus sensaciones”.
Añadió que, como artista, coreógrafa y maestra, su legado ha trascendido en el tiempo, sigue vigente, pues ella y su familia han logrado que se mantenga vivo y dinámico, que siga teniendo presencia.
Las manos creadoras fueron dirigidas por el artista cartonero Irving Mondragón — cuyo trabajo ha sido expuesto en diversos países del mundo—, quien guio a un grupo de más de 30 estudiantes de El Claustro en la fabricación de 11 esqueletos de 1,70 centímetros, mientras que la representación de doña Amalia es de 1,80.
Fueron tres meses de trabajo en los que se detallaron algunos aspectos para esta ocasión, como incluirles cabellos y otros elementos a las piezas que podrán apreciar los visitantes. El reto, en esta ocasión, fue darle movimiento a la rigidez del cartón, dando una sensación de vivacidad a los esqueletos.

Como actividad complementaria, el Museo de la Indumentaria Mexicana inaugurará una breve muestra con 14 prendas alusivas a las danzas y bailes folclóricos del país, serán seis piezas de la colección del Ballet Folclórico de México que fueron utilizadas en diversas presentaciones y dos más que pertenecen a la colección personal de doña Amalia, se trata de dos huipiles con los que doña Amalia salía agradecerle al público, una vez terminadas las funciones del ensamble dancístico.
Asimismo, se incluyen seis prendas de la colección Luis Márquez Romay, que dialogarán con las del Ballet, en una suerte de puente entre obras de indumentaria y vestuario.
El Altar de Muertos 2025 dedicado a Amalia Hernández estará abierto al público del 25 de octubre al 7 de noviembre, con los siguientes horarios: lunes a viernes, de 10 a 18 horas, sábados, de 10 a 15 horas; 1 y 2 de noviembre, puertas abiertas del ex Templo hasta las 20 horas, la entrada es libre.
